Atta insularis (Bibijagua)
Foto: D. Lambert
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Las hormigas constituyen un grupo de himenópteros sociales
de gran diversidad, tanto taxonómica como funcional,
y se ha considerado que su éxito biológico se debe a que
fueron los primeros insectos sociales con hábitos depredadores
que ocuparon el suelo.
Son insectos termófilos y su distribución geográfica está
influenciada por las condiciones de temperatura y humedad;
se ha comprobado que la mayoría de las especies buscan
alimento a temperaturas superiores a los 10° C y disminuyen
o cesa su actividad por encima de los 40° C.
Dadas su diversidad y biomasa, no sorprende que las
hormigas tengan gran importancia en el funcionamiento
de los ecosistemas, donde brindan servicios ecológicos,
debido a que utilizan diversos estratos de nidificación, tienen
un amplio espectro de alimentación y se asocian con
numerosas especies de plantas y animales. Desempeñan
funciones muy importantes como depredadoras, herbí-
voras o detritívoras, y participan en los procesos físicoquímicos
del suelo, así como en la descomposición y el
reciclaje de nutrientes.
En los sistemas agrícolas constituyen los insectos con mayor
diversidad específica y ecológica en las latitudes tropicales,
al representar alrededor del 15% de la biomasa animal
total y desempeñar funciones importantes en todas las regiones,
siendo uno de los grupos más abundantes y diversos,
solo superados, en algunos ecosistemas, por las termitas.
Las hormigas como enemigos naturales de
insectos fitófagos
Debido a su carácter eminentemente depredador, las hormigas
son importantes reguladoras de las poblaciones de insectos
en plantas cultivadas y en el suelo, por lo que pueden
utilizarse en el control biológico de plagas.
Así, el uso de hormigas como agentes de control biológico
ha sido una antigua tradición en China y en Vietnam, donde
desde hace aproximadamente 3.000 años, poblaciones de la
hormiga tejedora Oecophylla smaragdina Fab., se manipulan
para la regulación de Tessarotoma papillosa Drury en los cítricos
e incluso llegan a comercializarse en las ferias populares.
En países neotropicales (América tropical y subtropical)
se han detectado varias especies que actúan como depredadores
del picudo del plátano (Cosmopolites sordidus Germar) y
el tetuán del boniato (Cylas formicarius Fab.), entre las que se
encuentran T. bicarinatum, P. megacephala en Cuba, y Camponotus
sp. en Colombia. Por ejemplo, en Cuba desde hace más
de 15 años los agricultores fomentan y manejan exitosamente
reservorios de estas hormigas para el control biológico del tetúan
del boniato y el picudo negro del plátano.
Consultado en: LEISA revista de agroecología | Vol. 28, n. 1 | Mayo 2012
Consultado en: LEISA revista de agroecología | Vol. 28, n. 1 | Mayo 2012