29 de mayo de 2015

Más abejas, mayor rendimiento

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Menos de 5% de los insectos del mundo son dañinos para los humanos o los cultivos. Esto significa que más de 95% de los insectos muertos por técnicas indiscriminadas de manejo como la aplicación global de insecticidas, no son plagas e incluso pueden ser beneficiosos, y perderlos es perjudicial de diferentes maneras. Esto es particularmente notorio en la disminución de las poblaciones de abejas a nivel mundial, un fenómeno conocido como problema de colapso de colonias (CCD por sus siglas en inglés). Los investigadores creen que este fenómeno tiene relación con una combinación de variables: perturbación del medio ambiente, enfermedades y uso excesivo de plaguicidas.
Como muchos otros insectos, las abejas son esenciales para la agricultura de Florida. Cerca de la tercera parte de los productores de frutas y verduras contratan servicios de polinización para cultivos como cítricos, palta, sandía, melón y calabaza. Lo hacen porque las abejas melíferas han demostrado incrementar el rendimiento de los cultivos entre 20 y 60%. La industria de los cítricos de Florida obtiene grandes beneficios de los polinizadores. Las abejas garantizan el tamaño y amarre adecuados de la fruta y las flores de los cítricos proporcionan néctar que produce una miel de muy buena calidad. Esta situación crea una relación valiosa entre los apicultores y los productores de cítricos: los apicultores quieren criar sus abejas cerca de las plantaciones de cítricos y los productores de cítricos se benefician con la polinización. Ciertas variedades de cítricos de Florida (“naranja mandarina” y “naranja pomelo”) son autoincompatibles y necesitan la polinización cruzada, para lo cual las abejas son el método más fiable, económico y eficiente.
La aplicación indiscriminada de plaguicidas puede empeorar la infestación de una plaga si también mata a sus enemigos naturales, ya que la ausencia de depredadores le da a la plaga la oportunidad de volver a infestar un cultivo. Pero existen riesgos aún mayores, como han descubierto los agricultores de la provincia de Sichuán en China. El uso de plaguicidas ha causado una drástica reducción en las poblaciones de insectos polinizadores, lo que a su vez ha creado la necesidad de polinizar los cultivos manualmente para obtener un rendimiento satisfactorio. A un agricultor le puede costar ocho veces más producir fruta polinizada manualmente que fruta polinizada por insectos. Y es difícil para los agricultores de esta zona contratar colonias de abejas para la polinización debido a que los apicultores tienen temor de reubicar a sus abejas por el elevado uso de plaguicidas en el área. En ocasiones los productores y consumidores sienten este mismo temor en Florida, donde las poblaciones de abejas también están amenazadas por el uso excesivo e indiscriminado de plaguicidas. En septiembre de 2011, millones de abejas murieron rápida y misteriosamente, y más tarde se conoció la causa: la aplicación de un plaguicida de uso doméstico. La pérdida de polinizadores nos afecta a todos, pero se puede evitar. 




Consultado en: LEISA revista de agroecología | Vol. 28, n. 1 | Mayo 2012  

Los insectos y el agricultor


Los insectos están relacionados con diversas actividades humanas entre las que se cuenta la producción agropecuaria. Es ahí donde llaman más la atención pues algunas especies se manifiestan como plagas, ocasionando pérdidas en los cultivos, gastos excesivos en las medidas de control y residuos de insecticidas en las cosechas que tienen efectos sobre la salud de los consumidores. Sin embargo, la diversidad de especies de insectos y las funciones que estos cumplen en los agroecosistemas son generalmente desconocidas por los agricultores. Es por ello que, cuando observan su presencia en el cultivo, reaccionan con la intención de eliminarlos. Esta reacción es simplista y ha contribuido al establecimiento del círculo vicioso de los plaguicidas como única opción para el control de las plagas, con efectos secundarios bien conocidos, entre ellos la “miopía ecológica” de considerar a todos los insectos como plagas y pensar que en los campos de cultivo no puede haber ningún “bichito”. El enfoque (comercial) del producto de control de plagas y el paradigma productivista en la agricultura convencional han contribuido a la globalización de los “paquetes tecnológicos”, acentuando el arraigo de esta percepción en los agricultores por más de 50 años y con una tendencia a incrementarse con el auge de la agricultura convencional biotecnológica.



Consultado en: LEISA revista de agroecología | Vol. 28, n. 1 | Mayo 2012  




Control biológico con insectos entomófagos


Depredador Olla v-nigrum, catarinita que tiene como presa al psílido asiático y otros insectos.
Un último ejemplo sobre las posibilidades de integración de los insectos es el control biológico con insectos entomófagos, que se realiza mediante la selección, cría y liberación de especies eficientes en la regulación de poblaciones de insectos fitófagos y que puede practicarse mediante las siguientes técnicas:
1. Cría masiva en laboratorio de insectos de calidad para liberaciones inundativas (control). Especies y ecotipos nacionales o locales, certificados, por ejemplo: parasitoides de huevos del género Trichogramma que se liberan en dosis de 30.000 a 50.000 mil individuos por hectárea para el control de poblaciones de insectos plagas en pastizales, arroz, caña de azúcar, hortalizas y otros cultivos.
2. Cría artesanal, a pequeña escala, en locales adaptados y laboratorios, de insectos para liberaciones inoculativas (establecimiento y regulación). Especies y ecotipos locales, por ejemplo: diversas especies de parasitoides (Braconidae, Chalcididae, Eulophidae y otros) y de predadores (Coccinellidae, Anthocoridae, Reduviidae y otros) contra diversos insectos plagas en hortalizas.
3. Fomento de reservorios en fincas para liberación directa en los campos (control y establecimiento). Especies y ecotipos locales, por ejemplo: reservorios artificiales (restos de la planta de plátano) debajo de arboledas para favorecer la multiplicación de la hormiga predadora Pheidole megacephala y trasladar colonias a campos de boniato o de plátano para la regulación de poblaciones de huevos y larvas de los curculiónidos Cylas formicarius y Cosmopolites sordidus respectivamente.
En estos casos, los entomófagos que se liberan, sea de forma inundativa o inoculativa, requieren de su integración con el manejo de plagas y del cultivo para evitar interferencias de otras prácticas como los plaguicidas, el riego y las labores culturales, además de realizar modificaciones en el hábitat que favorezcan su actividad. Se obtienen los mejores resultados en fincas diversificadas gestionadas sobre bases agroecológicas.



Consultado en: LEISA revista de agroecología | Vol. 28, n. 1 | Mayo 2012